
En su último informe, el Banco Mundial refleja que el alza en los precios de los commodities podría continuar hasta el año 2024, destacando las interrupciones en las cadenas de suministros originados en parte por el COVID-19 y el repunte de casos en China y más recientemente por la guerra entre Ucrania y Rusia, decayendo a niveles no vistos desde la década de los años setenta según el organismo.
Esta perturbación en los patrones de producción, comercialización y consumo podría extenderse hasta el año 2022 en el informe titulado Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos).

“En conjunto, esto representa la mayor crisis de productos básicos que hemos experimentado desde la década de 1970. Como ocurrió entonces, la crisis se ve agravada por el aumento de las restricciones al comercio de alimentos, combustibles y fertilizantes”, dijo Indermit Gill, vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial.
El Banco Mundial al abordar el tema se refiere a un alza general de commodities, haciendo especial hincapié en las industria aumento de los alimentos que representará un retroceso en la reducción de la pobreza en el mundo, y es que aunque los precios bajen durante los dos próximos años, serán relativamente mayores a los de 2020 y 2021.
Según la entidad, los precios de la energía subirán 50,5% en 2022 y bajarán 12,3% el año que viene. En los últimos dos años se produjo el aumento más significativo desde comienzos de la década del ’70. En el caso de los alimentos, el recorrido muestra un alza de 31% en 2021, que sería de 22,9% este año para retroceder un 10,4% el que viene.

Los precios de las materias primas aumentaron considerablemente tras el inicio de la guerra en Ucrania,
sumándose al rally más amplio posterior al COVID-19. El aumento de precios durante abril de 2020 a marzo de 2022 fueron los más grandes para cualquier período equivalente de 23 meses desde 1973 para energía, y desde 2008 para fertilizantes y alimentos. Fuente: Banco Mundial.
Debido a las alteraciones en el comercio y la producción ligadas a la guerra, se estima que el precio del petróleo crudo Brent ascienda, en promedio, a los USD 100 el barril en 2022 (el nivel más alto desde 2013), lo que representa un aumento de más del 40% en comparación con el 2021. Se prevé que este valor se moderará hasta llegar a los USD 92 en 2023, aún muy por encima del promedio quinquenal de USD 60 el barril. Adicionalmente, las proyecciones indican que los precios del gas natural europeo llegarán en 2022 al doble de los de 2021, mientras que los del carbón serán un 80% más altos, ambos en máximos históricos.
Consecuencias de la guerra
Se prevé que este año los precios del trigo aumentarán más del 40 % y alcanzarán un máximo histórico en términos nominales. Esto ejercerá presión sobre las economías en desarrollo que dependen de las importaciones de trigo, en especial las que provienen de Rusia y Ucrania. Según las proyecciones, los precios de los metales se elevarán un 16 % en 2022 para atenuarse luego en 2023, sin embargo mantendrán un nivel elevado.

Los precios del carbón, el gas natural y el trigo han alcanzado máximos históricos en términos nominales. Sin embargo, en términos reales, sólo el precio europeo del gas natural ha alcanzado un máximo histórico y está sustancialmente por encima de su pico anterior en 2008. Los precios del carbón están cerca de su pico de 2008, mientras que los precios del petróleo se mantienenun poco más abajo. En el caso del trigo, los precios son mucho más bajos hoy en comparación con su pico en la década de 1970, pero cerca de su nivel de 2008.