
(EFE).- El aumento de la tasa de inflación interanual en México, de la que hoy se supo que en la primera quincena de noviembre llegó al 7,05 % y a su nivel más alto en 20 años, agrava la situación de la economía mexicana, afectada también por la depreciación del peso y por los inesperados cambios en la sucesión del Banco de México.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó este miércoles de que en la primera quincena de noviembre este indicador subió el 0,69 % respecto a la quincena inmediata anterior, con lo que la tasa interanual se situó en el 7,05 %.
La misma fuente indicó que, en igual periodo de 2020, las variaciones fueron del 0,04 % quincenal y del 3,43 % anual.
“La inflación anual de los precios al consumidor siguió ascendiendo en la primera quincena de noviembre. La general alcanzó 7,05 % año contra año, la mayor tasa registrada desde abril 2001”, dijo en Twitter el presidente del Inegi, Julio A. Santaella.
Entre los productos que más han repuntado a nivel anual, sobresalen los precios de los agropecuarios con un 12,37 %, mientras que las tarifas energéticas se han elevado un 11,15 %.
El indicador es preocupante porque supera de largo la meta del 3 % de inflación anual establecida por el Banco de México (Banxico).
No obstante, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quiso quitarle importancia este miércoles en su rueda de prensa desde Palacio Nacional: “Es un fenómeno mundial, hay una crisis, ahora sí que pospandemia, que se está manifestando en todos los países. Nosotros tenemos una inflación igual a la de Estados Unidos”.
Además, consideró que esta subida se debe al incremento de materias primas como los alimentos o el acero, y aseguró que su propuesta de reforma constitucional en el sector eléctrico busca, precisamente, evitar el alza de precios.
Pese a la relativa calma presidencial, la situación atenaza un país con un desplome del producto interno bruto (PIB) del 8,2 % en 2020 y un 43,9 % de la población en situación de pobreza, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Y además, aunque se mantiene una previsión de crecimiento de la nación para el 6 % este 2021, en el tercer trimestre del presente año hubo una caída del 0,2 % frente a los tres trimestres anteriores.
La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, explicó a Efe que la inflación podría todavía cerrar el año más elevada, hasta el 7,20 %.
“Para el 2022 se espera continúen las presiones inflacionarias. Es posible que hacia el último trimestre la inflación ceda y se ubique entre 4 % y 5 %, si la pandemia deja de ser un problema para la economía global”, agregó.
Aunque el BBVA fue un poco más optimista, y en conferencia de prensa, Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, advirtió que pese a que la inflación puede cerrar el año hasta en un 7,3 % interanual, no está “descontrolada” y empezará a bajar a mediados de 2022.
(c) Agencia EFE