
(EFE).- Chile cerró 2021 con una inflación acumulada del 7,2 %, la más alta en 14 años, después de que en diciembre los precios avanzaron un inesperado 0,8 %, informó el viernes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La variación de diciembre se encuentra muy por encima de lo que esperaban los mercados, que pronostican un alza del índice de precios al consumidor (IPC) cercano al 5 %.
Se trata por tanto de la inflación anual más alta desde 2007, cuando se anotó un 7,8 %, y excede por mucho el rango de tolerancia del Banco Central, que se encuentra entre el 2 % y el 4 %.
“La inflación impacta con mayor fuerza a los más pobres, por eso es importante que se comience a moderar cuanto antes y no caer en la tentación de agregar presiones a los precios con decisiones y políticas no orientadas a mayor productividad, empleo e inversión”, dijo el ministro chileno de Economía, Lucas Palacios.
Las ayudas económicas entregadas por el Gobierno chileno para paliar el impacto de la pandemia, así como los tres retiros anticipados del 10 % de los fondos de pensiones aprobados por el Parlamento también para enfrentar la crisis, están impulsando considerablemente el consumo y repercutiendo en la inflación.
El Banco Central ha decidido combatir el aumento de precios con todas las herramientas a su alcance, intensificando desde julio el retiro del estímulo monetario ante la mejora de la economía.
El pasado 14 de diciembre pegó un acelerón, incrementando la tasa de interés referencial del 2,75 % al 4 %, su mayor nivel desde 2014.
El aumento de la denominada tasa de política monetaria (TPM), que fue bajada al mínimo histórico del 0,5 % al poco de comenzar la pandemia en marzo de 2020, comenzó en julio, cuando el organismo la elevó en 25 puntos, y luego la ajustó al 1,5 % en agosto y al 2,75 % en octubre.
“Aunque las expectativas privadas contemplan una tendencia decreciente de la inflación hacia el 2023, estas aún se ubican por sobre 3 % a veinticuatro meses plazo”, estimó el emisor el pasado diciembre.
Pese a que la pandemia provocó un desplome del PIB chileno del 5,8 % en 2020 -la mayor caída en cuatro décadas-, la recuperación ha sido más rápida de lo esperado: el Banco Central pronostica para este año un crecimiento de entre el 11,5 % y 12 % y de entre el 1,5 % y 2,5 % para 2022.
De los casi dos millones de empleos que se perdieron durante los meses más duros de la pandemia ya se han recuperado más de 1,5 millones, aunque el país mantiene altas tasas de informalidad y el empleo femenino sigue siendo el más castigado.
La economía chilena, que se está viendo favorecida en parte por los altos precios del cobre, del que es el primer productor del mundo, se expandió un 17,2 % en el tercer trimestre de 2021 con respecto al mismo periodo del año anterior y un 4,9 % en comparación con el trimestre anterior.
(c) Agencia EFE