
México está buscando tomar medidas enérgicas contra incentivos clave para que los fabricantes automotrices mundiales produzcan en el país, el último esfuerzo del Gobierno contra las grandes empresas para aumentar los ingresos, indica Bloomberg.
Raquel Buenrostro, jefa de la autoridad tributaria mexicana conocida como SAT, dijo en una entrevista que su propuesta está pendiente de aprobación por parte de la Secretaría de Hacienda y que es parte de un paquete de medidas que buscan aumentar la recaudación de impuestos en un 1% del producto interno bruto el próximo año.
Como aliada cercana del presidente, Andrés Manuel López Obrador, Buenrostro ha liderado los esfuerzos que hicieron que desde 2019 grandes empresas, incluida Walmart de México SAB , aumentaran el pago de impuestos en un total de US$13.000 millones el año pasado. En los últimos años, Administraciones anteriores utilizaron incentivos para atraer nuevas inversiones de fabricantes de automóviles como Toyota Motor Corp y General Motors Co., lo que ayudó a México a convertirse en el cuarto mayor exportador de automóviles por valor. Esos incentivos deben terminar, señaló Buenrostro.
La propuesta incluye eliminar una exención fiscal conocida como “tasa cero” que permite a los fabricantes de automóviles mundiales exigir reembolsos sobre los impuestos al valor agregado que pagan en el país, explicó Buenrostro. Combinado con otras estrategias fiscales, el Gobierno termina debiéndoles dinero a algunos fabricantes de automóviles, dijo. “No tiene sentido económico”.
Buenrostro señaló que sus cambios impositivos no afectarían la inversión automotriz en México, a pesar de que una compañía con la que habló el año pasado advirtió que podría retirarse del país.
“Esa amenaza no es creíble”, indicó Buenrostro, negándose a identificar a la empresa. “Le dije: ‘Yo no sé si a tu matriz le vaya a dar felicidad que te vayas, porque vemos tus números, y esos números no los van a tener en ninguna otra parte del mundo’”.